Las 5 vitaminas más eficaces contra la fatiga

Las vitaminas desempeñan un papel esencial en el metabolismo energético

El buen funcionamiento del metabolismo energético se basa en gran medida en la acción de las vitaminas y los minerales en el organismo.

Estos micronutrientes participan en numerosas reacciones bioquímicas que intervienen en la producción de energía.

En particular, las vitaminas intervienen en la conversión de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas que consumimos en energía utilizable por nuestras células (1).

Por lo tanto, una ingesta adecuada de vitaminas ayuda a evitar las carencias alimentarias y proporciona un apoyo eficaz a las funciones fisiológicas, de modo que mantenemos un buen nivel de energía a lo largo del día.

Por eso puede ser tan beneficioso un tratamiento vitamínico para combatir la fatiga.

Cada vitamina tiene su propio mecanismo de acción, ofreciendo beneficios que varían de una a otra.

Sin embargo, algunas son más eficaces para reducir la sensación de cansancio y mejorar la vitalidad general, sobre todo en periodos de estrés, exceso de trabajo o convalecencia.

Las 5 vitaminas eficaces contra el cansancio

Vitamina B12: un aliado esencial contra la fatiga

Esencial para el buen funcionamiento del organismo, la vitamina B12 ayuda a reducir la fatiga. Contribuye al metabolismo energético normal participando en los procesos de producción de energía que las células utilizan a diario (2).

Además, su participación en el funcionamiento normal del sistema nervioso y en el mantenimiento de las funciones psicológicas normales también la convierte en un valioso apoyo durante los periodos de estrés o de desmotivación (3).

La vitamina B12 también contribuye a la formación normal de glóbulos rojos. Estos son esenciales para el transporte de oxígeno por todo el cuerpo, en particular a los músculos, lo que puede repercutir en la sensación de fatiga.

Por último, interviene en el funcionamiento normal del sistema inmunitario. Es esencial para combatir las infecciones víricas y bacterianas, que son una de las principales fuentes de fatiga.

Dado que la vitamina B12 biodisponible se encuentra principalmente en los alimentos de origen animal, es muy importante asegurarse de consumirla en cantidad suficiente si se come poca carne, o directamente ninguna.

En todos los casos, un complemento alimenticio que contenga esta vitamina es ideal para enriquecer su dieta (como nuestro suplemento de Methylcobalamin).

Vitamina B9 (ácido fólico): un apoyo diario inestimable

La vitamina B9, o ácido fólico, está presente de forma natural en diversos alimentos. Se conoce como folato, y es conocida por ayudar a reducir la fatiga.

Los folatos contribuyen al metabolismo normal de la homocisteína. Cuando este metabolismo está equilibrado, se evita el exceso de homocisteína en la sangre, que puede provocar sensación de fatiga o problemas cognitivos (4).

Los folatos también intervienen en la formación normal de la sangre. Ya que los glóbulos rojos presentes en la sangre son esenciales para la correcta oxigenación de los tejidos, esto puede influir en la sensación de vitalidad y en el rendimiento físico.

Los folatos también contribuyen al mantenimiento de las funciones psicológicas normales. En particular, intervienen en la síntesis de ciertos neurotransmisores (serotonina, dopamina...) (5) que influyen en la motivación y la resistencia al estrés.

Para aumentar su aporte de vitamina B9, puede ser una buena idea recurrir a un complemento alimenticio que la contenga en una forma rápidamente utilizable por el organismo (como nuestro complemento SuperFolate, de biodisponibilidad inmediata).

Vitamina C: un popular energizante que no necesita presentación

Especialmente conocida cuando se trata de estimulantes naturales, la vitamina C ayuda a reducir la fatiga para que pueda mantenerse en forma todos los días.

Desempeña un papel importante en el mantenimiento de un metabolismo energético normal. En particular, aumenta la absorción del hierro (6) presente en los alimentos, mineral esencial para la formación de glóbulos rojos y, por lo tanto, indirectamente, para el transporte de oxígeno a las células.

La vitamina C también contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Un sistema inmunitario activo facilita la resistencia a las infecciones, que suelen acarrear una disminución de la energía.

Por último, la vitamina C ayuda a proteger las células contra el estrés oxidativo, un fenómeno que merma su eficacia. Al protegerlas de sus efectos nocivos, las propiedades antioxidantes de esta vitamina contribuyen a mantener su buen funcionamiento y su vitalidad.

Ciertas formas de vitamina C son más eficaces que otras a la hora de garantizar que la suplementación logre su objetivo. La vitamina C liposomal, por ejemplo, está formulada para que el organismo la absorba al máximo (véase Liposomal Vitamin C).

Ciertas formas también pueden ser complementarias (por eso hemos combinado 3 formas sinérgicas de vitamina C en nuestra fórmula Triple C).

Por último, otras formas son más estables y potentes que otras (como el ascorbato fosforilado de nuestro suplemento de Asc2p - Vitamina C).

Vitamina B6: otra vitamina del grupo B para frenar la fatiga

La vitamina B6 desempeña un papel fundamental en el metabolismo energético y ayuda a reducir la fatiga.

También es esencial para el funcionamiento normal del sistema nervioso. Participa en la síntesis de neurotransmisores que intervienen en la regulación del humor, el sueño y la motivación (7). Todos estos son factores que influyen en el nivel de energía percibido a diario.

Al mismo tiempo, la vitamina B6 contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, al metabolismo normal de la homocisteína y a la formación normal de glóbulos rojos, cuya importancia ya hemos mencionado.

Por último, la vitamina B6 contribuye al mantenimiento de las funciones psicológicas normales, lo que la convierte en un valioso aliado en momentos de estrés, ansiedad o cuando se sufre de trastorno afectivo estacional.

Para aprovechar los beneficios de la suplementación con vitamina B6, es importante elegir una forma natural que sea fácil de asimilar (como la piridoxamina de nuestro suplemento de Pyridoxamine - Vitamin B6).

Vitamina D: esencial para la energía y la inmunidad

La vitamina D también contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario (8).

Esto es especialmente importante en la lucha contra las infecciones invernales, cuando el organismo sintetiza menos vitamina D porque la piel está menos expuesta al sol.

La vitamina D también interviene en el proceso de división celular. Por lo tanto, favorece la renovación celular, incluida la del sistema nervioso, que interviene en nuestra percepción del cansancio.

Aunque no interviene directamente en la producción de energía como algunas vitaminas del grupo B, varios estudios han demostrado que unos niveles insuficientes de vitamina D están relacionados con el cansancio crónico y la disminución de los niveles de energía (9).

Por ello, se recomienda especialmente la administración de suplementos a las personas propensas al trastorno afectivo estacional o que viven en zonas con poco sol (por ejemplo, tomando nuestro suplemento de Vitamin D3 Spray 2000 IU).